Ahorremos agua, la naturaleza y nuestro bolsillo lo agradecerán. Entra para saber más.

El desperdicio de agua es un asunto que trae siempre de cabeza, ya sea porque estamos concienciados con la naturaleza y no queremos malgastar, o porque al final de mes nuestra factura del agua y la luz ascienden desorbitadamente. Por eso hoy os traemos este artículo dedicado al ahorro de agua.
Malgasto, desperdicio, derroche, despilfarro. El agua es uno de esos elementos de los que cada vez con más facilidad se abusa, como si no pudiera acabarse nunca, como si se nos hubiera concedido como regalo divino y por ello tuviéramos derecho a malgastarlo sin pensar en las consecuencias. Por desgracia, el agua es un bien escaso, ese uso excesivo y totalmente evitable nos ha llevado a preocuparnos más por el futuro de este recurso, ya que sin él, nosotros no seríamos nada.

Como amantes de las piscinas, el agua y su ahorro es un factor fundamental que siempre tenemos en cuenta cuando construimos una piscina. Queremos que se pueda seguir disfrutando de un buen chapuzón sin remordimientos, sin sentir que estamos despilfarrando, y seamos sinceros, tampoco queremos que ese pequeño lujo que puede ser tener una piscina nos acabe saliendo por un ojo de la cara. El malgasto de agua también se traduce en exceso de energía, que se refleja en la factura y altera tu economía doméstica. Por todo esto, os hemos traído algunas ideas para evitar que este bien tan preciado se derroche:

Lo primero en lo que tenemos que pensar es en el sistema de filtrado y depuración de tu piscina. Un buen equipo de filtrado significa un proceso perfecto de filtración del agua, por lo que tu agua se mantendrá limpia mucho más tiempo. Esto evitará que tengas que vaciar tu piscina demasiado a menudo, ya sea total o parcialmente, por lo tanto: ahorramos agua y energía.
Al igual que es importante mantener limpia el agua de la piscina, también lo es mantener limpia la piscina en sí. El fondo es donde más suciedad y microorganismos se acumulan, si pasamos el limpiafondos con regularidad evitaremos ese exceso de suciedad con el que solo conseguimos que nuestro sistema de filtrado y depuración trabaje más. Puedes hacerlo de manera manual o automática, no hay excusas.
En segundo lugar es recomendable hacer una revisión cada poco tiempo, para asegurarnos de que nuestra piscina no tenga ninguna fuga por la que pueda estar perdiendo agua. Una fuga, aunque pequeña, supondría un malgasto de agua considerable a final de año, y nuestros equipos estarían trabajando un poco más debido a esa fuga, así que dediquemos un par de veces al año a revisar que nuestra piscina está en perfectas condiciones.
Otro factor muy importante a tener en cuenta es la llegada del invierno. Si nuestra piscina no está bien preparada para afrontar esta estación, podría suponernos un despilfarro de agua considerable por lo hablar de la energía que malgastaríamos poniendo a punto nuestra piscina otra vez en verano. Las cubiertas, ya sean altas o bajas, ahorran tiempo, trabajo, dinero y agua. Mantienen el agua de nuestra piscina protegida de las inclemencias climatológicas. Evitamos que el agua se congele o peor, se evapore.
Aquí es donde encontramos el último factor que hace que malgastemos agua: la evaporación. Tanto en invierno como en verano, el agua se evapora, pero con el calor, esa evaporación es aún más preocupante. Sin darnos cuenta podemos estar perdiendo casi un cuarto del agua de nuestra piscina, lo que supone que estemos constantemente rellenándola. Energía que se va en algo casi invisible, y que podemos evitar cubriendo nuestra piscina siempre que no la estemos utilizando, sobre todo en los meses de más calor.

Esperemos que hayas encontrado útiles estos consejos que ayudarán a que el agua no se despilfarre y podamos seguir disfrutando de nuestros baños sin temores, sustos ni remordimientos.