Hoy te sugerimos las piscinas elevadas para darle otro nivel estético.

Cuando hablamos de piscinas elevadas quizás nos vienen a la cabeza las típicas piscinas desmontables, esas de color azul con hierros a la vista sujetando toda la estructura. Una piscina nada estética y muy poco práctica. Sin embargo, lo que nosotros queremos enseñaros hoy son piscinas elevadas de obra, donde la elegancia y la comodidad van unidas de la mano.
Una de las mejores cosas que tiene una piscina elevada es que todo tu entorno queda más a la vista, es decir, no tienes que levantar la mirada para ver lo que te rodea porque todo queda a la misma altura (o casi). Además es una forma ideal de aprovechar ciertos espacios que creías perdidos, como por ejemplo zonas reducidas en las que una piscina al nivel del suelo no tiene lugar junto a un pequeño huerto. Si quieres tener las dos cosas, una piscina elevada podría ser la solución ya que su muro (alto o bajo) delimitará las zonas dando cabida a todo lo que te apetezca.
Otra cosa que nos gusta de las piscinas elevadas es que sus combinaciones son infinitas, y sí, con infinitas también queremos referirnos al estilo de piscina. Nadie dijo que una piscina elevada tuviera que tener cuatro muros.

Como ves, todo es posible. Una piscina elevada puede ser tan elegante o más que una piscina al nivel del suelo, puede aportar mayor visibilidad, sofisticación, personalización… Ahora solo tienes que elegir tu estilo.