Entra en el artículo para conocer los factores a tener en cuenta con una piscina en la terraza.
¿Hace tiempo que te planteas poner una piscina en tu terraza, pero no estás seguro de qué necesitas saber? Te resolvemos las dudas. Antes de nada es necesario saber si en tu municipio y en tu edificio se permite ese tipo de montajes. En algunos casos la comunidad de vecinos no permite la instalación de ningún tipo de piscinas, ya sean de obra o desmontables. Incluso si tenemos el permiso, tenemos que valorar la antigüedad de nuestro edificio, pues tal vez no soporte el peso. Si no tienes claro si en tu municipio o comunidad se permite la instalación de piscinas, puedes rellenar los formularios necesarios para solicitar la petición.
Una vez que tenemos los permisos necesarios, es decir, que tanto municipio como comunidad de vecinos están de acuerdo en la instalación de una piscina, tenemos que valorar otros factores físicos. Lo más importante es preguntarse ¿Resistirá mi terraza el peso de una piscina? Muchas veces nos olvidamos del peso que puede suponer una piscina en una terraza o en un ático. No se trata solo de la construcción o montaje de la estructura en sí, lo que más riesgo supone es no tener en cuenta el peso del agua.
El agua ocupa un volumen (dependerá del tamaño de la piscina que queramos instalar) y ese volumen también supone un peso, un peso que podría hacer ceder el suelo de nuestra terraza y tener consecuencias catastróficas. Como decíamos antes, la edad del edificio juega un papel fundamental. Si se trata de un edificio antiguo, es muy probable que no esté preparado para soportar el peso de una piscina. El peso es tan importante que tenemos que valorarlo incluso si tan solo queremos poner una piscina hinchable.
Otra cosa a tener en cuenta es el reforzamiento de la terraza. Al poner una piscina quizás tengas que reforzar la estructura del edificio, los pilares podrían no estar suficientemente preparados para soportar el agua de una piscina. Si puedes, intenta colocar tu piscina en la parte menos saliente de la terraza, para tener mayor soporte.
Busca materiales ligeros. Ya que el peso del agua no lo podemos evitar, sí podemos evitar el de ciertos materiales de construcción de tu piscina. Una de hormigón armado supone un peso excesivo para una piscina suspendida. Por eso es mejor optar por otros materiales más ligeros e igualmente asequibles. El acero, por ejemplo, es uno de los más ligeros y los más comunes en piscinas suspendidas, pero si estéticamente no se adapta a tu gusto, siempre puedes construir tu piscina con poliester.
A la hora de elegir tu tipo de piscina, las opciones son amplias, vamos desde las piscinas hinchables hasta las de obra. Evidentemente si tienes limitaciones con el peso, las de obra no serían la mejor opción debido a lo pesadas que son, aunque usando materiales ligeros como decíamos antes, todo es posible. Pero también tenemos la opción de piscinas desmontables de chapa o madera así como las plásticas, y también existen las piscinas prefabricadas de poliéster o fibra de vidrio, una muy buena opción para tu terraza.
Sin embargo, si estás abierto a otras opciones, te proponemos la instalación de un Jacuzzi, tiende a dar menos problemas que una piscina ya que su instalación es más cómoda, rápida y fácil, su peso no suele suponer tantos problemas para la comunidad de vecino o el propio municipio y sus normas, y la construcción es menor. Además tienes diferentes opciones entre los tipos de Jacuzzi, si te interesa saber más, echa un vistazo a nuestro artículo “El Jacuzzi: conoce tus opciones”.