Si dispones de un pequeño rincón en tu casa, puedes tener una piscina.

 A menudo creemos que para poder disfrutar de una piscina necesitamos tener un gran terreno, una finca con mucho espacio. Nada más lejos de la realidad. Un jardín, una terraza, un patio, encuentra tu sitio, mide el espacio. No necesitas una piscina de cuatro metros de largo para poder soportar el calor del verano en tu propia casa, pero si tienes un espacio pequeño, intenta que sea funcional. Evita adornos inútiles, accesorios de dudoso uso o complementos que resten espacio a la piscina, como pueden ser tumbonas, hamacas,etc. Pon en orden tus prioridades, porque si para tener una piscina normal hay que organizar muy bien las ideas, para tener una piscina en un espacio reducido, es tres veces más importante. 

Por otro lado, si tienes una terraza amplia y no quieres que la ocupe entera una piscina, juega con el espacio y distribuye los elementos que te gustaría tener. A lo mejor la piscina, aunque fundamental, no es realmente tu prioridad, y basta con tener un pequeño hueco para ella, instalando alrededor una zona de descanso y relax. Todo dependerá de lo que tú necesites. 

Una opción que se utiliza mucho en espacios realmente reducidos o familias pequeñas, normalmente sin hijos, son las “minipiscinas”. Este tipo de piscinas tiene una única función y es la de refrescarte. Es poco más grande que una bañera, pero puede salvarte de esas olas de calor que derriten incluso el asfalto. Familias que no tienen hijos optan muchas veces por estas piscinas, ya que su función no es la de jugar, saltar, chapotear...ni siquiera la de nadar un poco, por eso si tu estilo de vida se parece a este, una minipiscina puede ser la ideal para ti.

Hablamos de piscinas pequeñas, pero no por ello deben ser necesariamente cortas. Si dispones de un espacio estrecho pero largo, incluso podrías llegar a hacer algunas brazadas en tu piscina. Tenemos siempre la idea en la cabeza de que una piscina pequeña tiene que ser obligatoriamente cuadrada o rectangular, de unas dimensiones que rondan los 2m² x 3m². Es una gran equivocación. Seguro que tienes un patio o terraza muy largo y piensas que jamás podrás aprovechar ese espacio, pues bien, la ventaja de una piscina es que no tienes que amoldarte tú a ella, sino ella a ti. Por eso aunque el espacio sea estrecho, no impide tener una piscina larga. 

Además de todo esto, una piscina pequeña puede hacer se cualquier forma o material. Puedes hacerte un estanque natural que siendo decorativo permite también refrescarse en él. Puedes tener una agradable piscina de arena en tu patio interior, que te haga sentir en la playa estando en medio de la ciudad. Puedes instalar paredes transparentes o desbordantes que simulen la ilusión de amplitud. 

Si tu sueño siempre ha sido tener una piscina, el espacio no tiene por qué ser un límite. Prioriza, organiza y contacta con un profesional que haga de tu sueño una realidad.