Disfrutar de una piscina en casa es un placer, pero también conlleva la responsabilidad de mantenerla en condiciones óptimas.

Aprender a limpiar tu piscina es más sencillo de lo que parece si sigues una rutina adecuada. En esta guía, te explicamos los pasos básicos para mantener el agua limpia y cristalina.

1. Elimina los residuos flotantes de la superficie

El primer paso es retirar todos los residuos que flotan en la superficie, como hojas, insectos y otros desechos. Utiliza una red para piscina o skimmer manual. Hazlo diariamente, sobre todo si la piscina está cerca de árboles o plantas que suelten hojas. Mantener la superficie limpia no solo es importante para la estética, sino también para evitar problemas en el sistema de filtrado.

2. Cepilla las paredes y el fondo de la piscina

Las algas y la suciedad pueden acumularse en las paredes y el fondo de la piscina, provocando manchas antiestéticas o superficies resbaladizas. Usa un cepillo especial para piscinas y asegúrate de que sea adecuado para el material de tu piscina (vinilo, hormigón, etc.). Dedica atención especial a las esquinas y lugares de difícil acceso. El cepillado regular, al menos una vez por semana, ayuda a prevenir el crecimiento de algas.

3. Aspira el fondo de la piscina correctamente

Después de cepillar, es fundamental aspirar el fondo para eliminar los desechos acumulados. Puedes usar una aspiradora manual o automática, según prefieras. Si usas la manual, haz movimientos lentos y controlados para no levantar los residuos. Aspira al menos una vez por semana o más frecuentemente si la piscina está en uso constante.

4. Controla y ajusta los niveles químicos del agua

El equilibrio químico es clave para mantener la piscina segura y libre de microorganismos. Asegúrate de medir regularmente los niveles de cloro, pH y alcalinidad. Los niveles óptimos son:

• Cloro: 1-3 ppm, para asegurar una adecuada desinfección.
• pH: Entre 7.2 y 7.6, para evitar irritaciones y mantener el agua balanceada.
• Alcalinidad: 80-120 ppm, para estabilizar el pH y evitar fluctuaciones.

Usa un kit de prueba de agua para medir estos parámetros al menos dos veces por semana, y ajusta los productos químicos según los resultados.

5. Limpia el filtro de la piscina periódicamente

El filtro es una pieza clave del sistema de limpieza. Su función es eliminar las partículas pequeñas que no se ven a simple vista. Dependiendo del tipo de filtro (de arena, de cartucho o de diatomeas), necesitará una limpieza regular. Revisa el manual del filtro para