No te pierdas este interesante artículo sobre los mosaicos y su uso en piscinas. Entra y lee más.

Sabemos que los mosaicos son un identificativo de la Antigua Roma, pero, ¿sabías que su origen se remonta a 3000 a.C? Sí, eso que ahora utilizas para decorar tu piscina ya se usaba hace más de cinco mil años, y en todo ese tiempo no ha dejado de crearse mosaicos en las diferentes disciplinas artísticas a lo largo de la historia y hasta nuestros días. Se estudian, se restauran, se exponen y se admiran. Entonces, ¿qué hacen también en nuestras piscinas?
No es difícil imaginar que nos hayamos dejado influenciar por los impresionantes mosaicos de las antiguas termas romanas, donde cada tesela se hacía cuidadosamente a mano y se colocaba pieza a pieza hasta completar el conjunto artístico. Sin duda, este sería uno de los motivos principales por los que nosotros empezamos a usar este sistema de mosaico para recubrir nuestras piscinas. Sin embargo, vamos a contarte todas las ventajas que tiene:

Más allá de la parte estética, el mosaico es probablemente uno de los recubrimientos más duraderos. Si no, solo hay que fijarse en el estado de conservación de los más antiguos. En las piscinas contemporáneas, se utiliza principalmente el gresite, un material resistente que combinado a la técnica del mosaico, crea un elemento de gran durabilidad, diseñado para evitar grietas y roturas, resistente a golpes, inclemencias del tiempo, etc.
Por otra parte, los mosaicos para piscina son higiénicos. Son una de las mejores opciones gracias a sus características fungicidas y antibacterianas, es decir, que evitan la propagación de hongos o bacterias en la piscina, además de resistir la inevitable humedad.
También es un material seguro. Su superficie es antideslizante, evitando así accidentes. Y no absorbe el calor ni el frío en exceso, por lo que se mantiene siempre a una temperatura estable.

Por último, el mosaico se adapta a miles y miles de diseños. Desde colores clásicos con formas sencillas, hasta verdaderas obras de arte. Gracias a su versatilidad, cada diseño es único y te permite adaptarlo a tus gustos y necesidades. Puedes optar por tonos azules clásicos en aguas cristalinas; turquesas y dorados que reflejan el sol y hacen que el agua brille; mosaicos complejos con dibujos que evocan la Roma Antigua; o materiales modernos que nos transportan a lugares paradisíacos.