¿Sabes qué es un Hammam? Entra en el artículo para conocerlo todo sobre ellos.

Durante las últimas décadas el spa ha ido ganando fama hasta el punto de ser un pequeño lujo no siempre al alcance de todos. Actualmente en España hay un prácticamente el mismo número de spas que de hoteles, muchas veces los encontramos incluso juntos, y es que el spa es un plus turístico para aquellos que quieren relajarse y disfrutar del agua en cualquier época del año.

Sin embargo, hemos notado que desde hace algún tiempo se están implantando cada vez más Hammam. Un Hamman no es lo mismo que un spa aunque sí guarda relación. Hablamos de un baño turco: un baño de vapor para limpiar, exfoliar y purificar la piel.
Si has estado en un spa, sabrás que en ellos encontramos una parte del circuito que se hace en un baño turco. Realmente se trata solo de una pequeña parte de este otro ritual árabe.
En un spa disfrutas de una sauna de vapor, en la que se pretende la sudoración a través de la condensación del agua caliente. Sin embargo, en un Hammam ese sería solo el inicio de nuestro circuito.

Cuando se accede a un Hammam, lo primero es quedarse en bañador y, si se trata de un Hammam original, hombres y mujeres accederán por separado. Ten en cuenta que este tipo de baños tiene origen árabe, por lo que se siguen sus costumbres. En España puedes encontrar establecimientos en los que hombres y mujeres acceden al mismo baño, que no es completamente fiel al Hammam original sino que se acerca un poco más a un spa occidental.
Una vez dentro vamos a encontrar diferentes baños, entendidos como habitáculos, cada uno con una función. Se comienza accediendo a una sala caliente (hararet) a través de una sala de enfriamiento. En el hararet el cuerpo empieza a sudar y liberar toxinas. Sería ese baño turco del circuito clásico de un spa que hemos mencionado unas líneas más arriba. Dependiendo del país o región en el que esté ubicado el Hammam, podemos encontrar también grandes piscinas de agua caliente. A veces con un circuito de chorros.
Tras quince minutos de sudoración, un masajista comienza a rociar el cuerpo con agua tibia mientras lo enjabona con una esponja. Cuando uno está ya bien enjabonado se procede al masaje. Se trata de un masaje lento y suave, muy agradable, con el que poder relajarse completamente.
Después del masaje comienza la parte más tradicional del baño turco: es el momento de fregar. Esta técnica se realiza en una sala diferente, en ella el masajista utiliza un paño oriental con el que exfolia todo el cuerpo de la persona. Es un proceso más intenso, ya que se realiza con cierta velocidad y por lo tanto con mayor violencia, pero la sensación es igualmente agradable. Después de la friega, se realiza otro lavado con jabón y agua fría.
Una vez terminado el circuito, puedes quedarte en el baño relajándote el tiempo que quieras.