Te explicamos cuál es la mejor época para empezar a construir tu piscina.
Uno querría creer que para disfrutar de su piscina en verano basta con empezar a hacerlo un par de meses antes. Nada más lejos de la realidad. En este artículo te vamos a explicar por qué es mejor iniciar la construcción de tu piscina en invierno. Te vamos a dar cinco razones incuestionables. No pierdas detalle:
1. Sale más barato
El invierno es la temporada baja de las piscinas, precisamente porque la gente espera hasta el buen tiempo para construir la suya. Sin embargo, esta época del año es ideal para abaratar costes, ya que tanto la obra como los materiales tienen precios más competentes que en verano, donde suelen elevarse considerablemente. Por lo tanto, si quieres ahorrar algo de dinero, no dudes en empezar tu obra cuanto antes.
2. No es una obra tan evidente
En primavera o verano, cuando el clima es más cálido, tendemos a pasar más tiempo en nuestro jardín. Tomando el sol, cuidando de nuestras plantas… Esto hace que construir en esas fechas sea algo más evidente, ya que nos puede molestar y alterar nuestro estilo de vida. Además, es un tipo de obra que afecta a todo el jardín, por lo que tus plantas y tu césped sufrirán las consecuencias de las excavadoras, morteros, etc.
Una obra en invierno evita estropear tanto el terreno como nuestro día a día, y también afecta menos a los vecinos que harán vida en el interior de sus casas.
3. Mejor atención profesional
Al ser temporada baja, la cantidad de obras que tienen las empresas es considerablemente menor, por lo que la atención que puedan prestar a tu piscina será más personalizada. No estarán saturados por la carga de trabajo y podrán ayudarte mejor a resolver todas las dudas o problemas que puedan surgir con la construcción de la piscina. Por no mencionar la falta de stock de los materiales en plena temporada veraniega. ¡En invierno no sufrirás retrasos!
4. La calidad será mayor
No decimos que en verano la calidad de las piscinas sea peor, pero es cierto que el proceso de construcción lleva unos tiempos muy marcados, y a veces, con las prisas de tener la piscina lista para mayo/junio hace que estos procesos se aceleren considerablemente.
Cuando construimos en invierno, sin la presión de llegar a la estación estival, damos también el tiempo necesario para recibir los permisos necesarios, coordinar la excavación, esperar a que los materiales se asienten…
5. Sin sorpresas en verano
Por último y más importante, además de poder disfrutar tu piscina en el momento deseado, la construcción con tanta antelación también es sinónimo de previsión. Eso significa que ante cualquier problema que pudiera surgir, estaremos un paso por delante para solucionarlo. Podremos asegurarnos de que todo funciona correctamente y así no nos llevaremos una decepción el día que nos demos nuestro primer baño.