Cuando se trata de orientar correctamente nuestra piscina tenemos algunos trucos y consejos que darte.

Para la gran mayoría de las personas, una piscina es sinónimo de relajación, de nadar tranquilos sintiendo la naturaleza a nuestro alrededor o simplemente flotar en paz. Para otros es un estilo de vida, la piscina es el lugar donde trabajar el físico y ejercitarse plenamente. Y para los más pequeños es un mundo en el que jugar y divertirse huyendo del calor. Signifique lo que signifique una piscina para ti, a la hora de instalarla es muy importante tener los siguientes factores en cuenta:

Lo primero que miraremos cuando coloquemos nuestra piscina es la posición del sol ¿Da más tiempo el sol a la derecha o la izquierda de nuestro jardín? ¿Y cuánto espacio abarca? Para disfrutar del tiempo del baño es necesario disfrutar también del Sol. Queremos que el agua coja temperatura y resulte agradable al zambullirse en ella, por eso, el consejo principal que queremos darte es el de orientar tu piscina en el punto del jardín o patio más cálido, ese en el que el sol da más fuerte o durante más tiempo, porque es el que aclimatará el agua.

Por otro lado, no queremos que nuestra piscina nos moleste o estorbe. No la queremos dificultándonos el paso. Si colocásemos la piscina en una zona de circulación, no resultaría nada cómodo. Imagina lo desagradable que sería tener que rodearla o esquivarla como si fuera un obstáculo, y peor aún cuando la piscina que queremos es de gran tamaño. Muchas veces el terreno no nos deja diferentes opciones, pero tenemos que intentar evitar que nuestra piscina sea un elemento más molesto que práctico. Siempre es recomendable delimitar las zonas de paso para crear armonía en nuestro patio.
Y no solo queremos tener cuidado con las zonas de estar o las de paso, sino también con la distancia respecto a ellas. Poner una piscina demasiado cerca de la casa no sólo es malo para el Feng Shui (del que podéis descubrir más en nuestros artículos precedentes) sino también para el cuidado de esas zonas. El agua, al igual que el contacto directo con el sol, podrían deteriorar objetos ubicados en esas zonas. Por ejemplo, imagina bañarte y salpicar a la gente que está descansando tranquilamente en el sofá exterior. O las manchas que pueda dejar el agua en la pared de la casa.

Por último y no por ello menos importante, debemos tener en cuenta los árboles o plantas que hay alrededor de nuestra piscina. Como decíamos en el artículos “Los árboles que amarás cerca de tu piscina”, no todos los árboles son aptos para plantar cerca de una piscina, los de hoja caduca podrían ensuciar tanto el perímetro como la propia piscina, llegando a ocasionar deterioros en los sistemas de filtrado y depuración debido a las hojas. Además es importante no plantarlos demasiado cerca de la piscina ya que algunos tienen raíces muy invasivas que podrían levantar el pavimento. Si ya hay un árbol colocado en la zona, averigua de qué árbol se trata y cuáles son las características principales que podrían afectar al correcto funcionamiento de tu piscina, y busca soluciones factibles como las vallas de seguridad.