Entra para disfrutar del estilo que te traemos este mes: Farmhouse.

Tal vez la palabra “Farmhouse” no te dice mucho, pero seguro que si lo cambiamos por el estilo rústico moderno, ya te suena más. El estilo Farmhouse nace de la vida en el campo, literalmente “el caserío”. Así que seguro que puedes imaginar qué tipo de estilo nos vamos a encontrar.

En primer lugar, el estilo Farmhouse busca lo tradicional y le da un giro añadiendo toques modernos. Los ejemplos más claros los encontramos en el mobiliario: elementos toscos, antiguos, de madera, por supuesto. Esto es algo muy fácil de conseguir para la decoración jardín. Los elementos de madera en bruto son muy comunes para exterior, porque al no estar demasiado trabajados, encajan en el entorno natural y además, es más difícil que se les note el paso del tiempo.
Un elemento moderno y tradicional al mismo tiempo es la puerta de granero, que podemos usar para dar acceso a nuestra piscina en el patio. Puede tratarse de una puerta antigua de verdad o una pieza nueva que imite el diseño.
Lo mismo ocurre con otro tipo de mobiliario como aparadores dentro del porche o tumbonas rústicas en la zona de la piscina.
¡Y no te olvides de la piedra! Si tu casa es de piedra tienes la mitad del trabajo hecho en la decoración. Quizás una chimenea o unas columnas en el porche darían el toque final al estilo.

En cuanto a los colores, nos movemos en tonos claros, preferiblemente beige, vainilla o incluso gris claro, que suelen contrastar con otros colores más vivos como el turquesa, el amarillo o el lila. Combinan perfectamente y recrean la calidez de los caseríos clásicos, siendo, sin embargo, un espacio moderno y actual en el que hacer vida. Si lo que queremos es decorar nuestro porche, podemos optar por robustas vigas de madera y cortinas de tonos claros entre cada una de ellas, o en la zona donde relajarse. También podemos añadir el toque de color vivo a los elementos del jardín como bancos con sofás de color turquesa o cojines llamativos en las sillas del merendero.

Otros elementos que podemos integrar en la zona de nuestra piscina son los detalles en materiales que evocan esa vida en el campo, como por ejemplo los textiles fuertes como la tela de saco o de arpillera, que podemos colocar fácilmente como maceteros naturales; también la malla de gallinero. Seguro que has visto cestos y otros elementos hechos con este tipo de malla, un clásico del estilo rústico al que nos referimos; o finalmente estructuras de forja, como la de un sofá o una mesa de centro.

Por último y no menos importante, no debemos olvidarnos de la vegetación. Un estilo rústico necesita rodearse de plantas, jarrones con flores, vida y color.

Esperamos que estas ideas te hayan inspirado en tus futuros proyectos y, como siempre decimos: si quieres que tu piscina luzca increíble, no descuides su entorno.